ESTADO DE LA CUESTIÓN SOBRE LA ORIENTACIÓN SEXUAL

Diferencias entre orientación y deseo

Para empezar, me gustaría diferenciar conceptos que se confunden fácilmente a la hora de usarlos y su contexto. Por ejemplo, orientación sexual es una capacidad, en este caso de sentir atracción hacia uno u otro sexo, o ambos, es decir, sentir una “taxis” positiva hacia machos, hembras o ambos de nuestra especie (que ahora explicaré). El deseo sexual es una RESPUESTA EMOCIONAL básica (igual que cuando hueles una comida y te da antojo de querer comerla), pudiendo definirla como un impulso necesitado de un estímulo. NO se puede tener deseo sexual sin haber tenido un estímulo de apetencia (ya sea tangible o intangible como un recuerdo). El deseo sexual está determinado SEGÚN nuestra orientación sexual. Es el deseo sexual y no la orientación la que puede sufrir condicionamiento (como son por ejemplo las parafilias sexuales).

Poniendo un ejemplo, una persona homo/hetero pueden sentir atracción hacia alguien del sexo al que orienta, pero no significa que TODAS las personas te gusten (ahí entra el deseo).

Bien, una vez diferenciadas, vamos a entrar en temario.

Orientación sexual ¿Determinada o influenciada?

RESPECTO DE LA ORIENTACIÓN SEXUAL

Nosotros somos animales (suele olvidarse este detalle) y como tales se ha seleccionado evolutivamente la anisogamia y el dimorfismo sexual respecto a la reproducción, por lo que, para crear nuevos individuos, un macho y una hembra deben relacionarse para tener descendencia. Esto crea mayores posibilidades de adaptación al entorno, y por tanto supervivencia de los individuos (no es correcto usar “la especie”) aparte de reducir las mutaciones nocivas que podrían pasar por reproducción asexual. No hay duda sobre esto, pero ¿Esto está determinado por la genética? Pues sí, y no, ahora lo veremos.

Primero, si este sistema se ha seleccionado (denominado para nosotros heterosexual), entonces ¿por qué existe lo que llamamos homosexualidad? En un principio, la homosexualidad no tendría sentido evolutivo, porque no genera descendencia y “facilitaría” la selección sexual (hembras) de otros individuos. Lógico ¿no? Pues sí tiene un sentido (o varios) (aclaración: si, la presión selectiva SIEMPRE la generan hembras, son las que hacen que evolucionemos).

En prácticamente todas las especies de mamíferos (e incluso algunas aves como gaviotas, insectos y ofidios) tienen conductas que llamaríamos homosexuales, y tienen varias razones (hipotéticas) de ser:

  1. Socialización horizontal de las relaciones: en grupos jerárquicos, el que todos se relacionen con todos (m/h, h/h o m/m) e incluso “orgías”, es para establecer relaciones fuera de la jerarquía, para poder tener lazos afectivos con individuos que quizás ni se tratarían debido a las posiciones. Hay muchos ejemplos videodocumentados de estas relaciones afectivas, incluso ustedes lo habrán visto con perros, que al subirse a sus piernas intentan “montarla” (Es solo una forma social de eliminar brevemente la jerarquía entre humano-perro y expresar afectividad), o las relaciones de monta entre perros/gatos del mismo sexo (machos y hembras) por las mismas razones.
  2. Cuidado del grupo: se ha documentado en cánidos, felinos y homínidos estas conductas cuando las hembras no seleccionan a X machos y “se rinden” en las siguientes épocas de “celo”, quedándose como soporte para el grupo sin opción reproductiva y solo con relaciones con sus iguales (casi siempre machos pero también en hembras).

Sobre esto último, menciono por encima que ha habido ciertos estudios con diseños decentes (aunque la correlación yo no la vea causal), como los de Ray Blanchard, que determinaron una hipótesis conocida como “el efecto del hermano mayor”, donde muestran una correlación directa entre la cantidad de hermanos menores y la posibilidad de tener orientación homosexual (solo estudiado en varones), es decir, a más hermanos menores, mayores opciones de que se sea homosexual.  https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16815969/

Esto da para mucho más, pero quiero centrarme sobre todo en el primer punto. Todas las personas NACEMOS asexuales (sin deseo) y sin una orientación determinada, dado que el inicio de la sexualidad (tanto determinación de la orientación como el deseo) se da en la pubertad. Nosotros como animales, somos «bisexuales» según si nos referimos en conjunto a relaciones sexoafectivas, sociales y reproducción (desde un punto de vista biológico claro). Entonces, ¿la hetero/homosexualidad está DETERMINADA por la biología? Rotundamente NO.

Quiero señalar que hay estudios que confunden correlaciones, como la posible experimentación ocurrida en la pubertad relacionada con la idea de que es una fase “bisexual de transición” para luego orientarse a homo/heterosexualidad, algo que ya ha sido descartado, dado que la bisexualidad existe como orientación. https://psycnet.apa.org/record/2013-05866-018

La orientación sexual es una variable muy difícil de estudiar por razones éticas, pero hasta ahora, aunque se han realizado estudios sobre la búsqueda genética de las conductas homosexuales, NO se han descubierto aún determinación alguna genética, si es que existe (algo que se defendía antaño con la hipótesis del “gen gay”, ya descartada debido a la complejidad de lo que supone la orientación sexual).

Hay bastantes estudios que sí que han demostrado que la orientación sexual SI está INFLUENCIADA (pero no determinada) por nuestra genética, porque el determinismo no tendría sentido biológico más allá de la reproducción (sería como creer en cerebros rosas y azules), por lo que a día de hoy ha sido descartada la determinación plenamente innata, pero eso no significa que no tenga influencia innata.

Se ha estudiado mucho los posibles genes que determinen la orientación sexual sin encontrar significación causal, al igual que los niveles hormonales perinatales de testosterona y estradiol (y su modificación por la aromatasa) PERO sí que hay configuración postnatal neuroanatómica y reacciones a ciertos estímulos que “codifican” la orientación en la adolescencia (que ahora trato)

Al igual que el sexo es multifactorial (y SI está determinado por la genética) pasa lo mismo con la orientación, es decir, se han descubierto ciertos marcadores genéticos que pueden INFLUENCIAR la orientación en el futuro del individuo, pero no determinarla. Esto ha sido estudiado (y también cuestionado) en gemelos mono/di/cigóticos a lo largo de la los últimos años, encontrando coincidencias genéticas en 5 loci autosómicos que están relacionados (OJO que es importante) con la regulación del olfato y las feromonas. https://science.sciencemag.org/content/365/6456/eaat7693

Parece ser que estos genes preconfiguran determinadas áreas de nuestros cerebros para que respondan conductualmente a las feromonas. De hecho, en 2005 se demostró que tanto mujeres como hombres homosexuales responden positivamente a feromonas masculinas, activándose unas zonas del hipotálamo que están implicados en las conductas sexuales (en concreto el núcleo INAH3) https://www.pnas.org/content/102/20/7356.short

Lo que emitimos en forma de olor, aparte de feromonas, son incluso marcadores de compatibilidad leucocitarios debido a que así darían una descendencia con mejores defensas ante peligros inmunológicos de nuestro entorno (por ende, una mejor adaptación). Las estructuras neuronales relacionadas al olor maduran entre los 10-15 años, pero durante toda la vida ha estado modificándose para reaccionar a dichos olores https://www.nature.com/articles/srep32550

En Canadá se realizó hace años un estudio en el que relacionaban el olor con el atractivo y orientación sexual. Tomaron a varones y mujeres (hetero/homo) y, sin haberse visto, se dieron camisetas que fueron puestas durante un dia/noche completas y tenían que valorar el olor del 1 al 10. Posteriormente, presentaron a las personas sin mencionar de quién es cuál olor, y también valoraron, y obtuvieron las mismas puntuaciones (+/-1) que sus respectivos olores en las camisetas.

El tamaño de este núcleo y el núcleo NSD del hipotálamo también se ha correlacionado con la orientación sexual, pero los estudios no han encontrado una causalidad directa, PERO su tamaño si tiene relación directa y causal con el olfato, como antes he mencionado.

Entonces, ¿la orientación sexual depende plenamente de los receptores del olor? NO, pero es el factor más influyente, por lo que es así de sencilla es la orientación sexual en este sentido, debido a que el olor tiene un componente finalista respecto a la reproducción y la sociabilización. Evidentemente, hay otros factores, pero están relacionados con el deseo, como la fisionomía (bilateralidad), biogeografía, dejando aparte otros elementos más “humanos” como la forma de andar, el carisma o la educación, son condicionantes del deseo sexual (pero no la orientación).

El olor señala a los machos las épocas de celo de las hembras, dado que los machos no tenemos celo (nuestra actividad y respuesta sexual biológica depende del olor y predisposición de las hembras). El olor también influye en conductas positivas/negativas entre m/m y h/h. Aprovecho para decir que, como en todo, los estudios sobre orientación están más centrados en machos (varones), dedicando muy pocos estudios solo a hembras (mujeres homo/hetero), aunque la mayoría suele tratar a ambos. http://link.springer.com/10.1007/s40806-018-0168-2

Es decir, que el hecho de que una persona tenga una orientación sexual u otra está ampliamente remarcada con los receptores del olor relacionados con las feromonas según si el origen son de machos o de hembras (feromonas que están en relación directa al sexo determinado de cada uno), por lo que hombres y mujeres, sean gays y lesbianas sienten atracción frente al olor que tienen machos o hembras humanos. Por ende, conceptualmente todos nacemos «bisexuales» por decirlo de alguna manera, dado que la configuración conductual y reactiva se lleva a cabo durante nuestro desarrollo.

En resumen, la orientación sexual se determina en la adolescencia, NO está demostrada su determinación genética (plenamente innato), pero sí su INFLUENCIA (parcialmente innato) según los factores mencionados. Somos como un lienzo en blanco donde las experiencias vitales de mujeres y hombres en la infancia determinan con el tiempo la orientación y las conductas atrayentes o repulsivas hacia uno u otro sexo (o ambos) en la adolescencia (somos biología y ambiente al final), configurando el cerebro respecto a la recepción de dichos olores, condicionando así el deseo sexual hacia un sexo u otro (o ambos), por lo que la orientación sexual NO puede cambiarse, ni siquiera con aquellas horribles “terapias de conversión”, que lo que en realidad condicionaban era el deseo sexual y NO la orientación, o la presión social dada a personas homosexuales para tener relaciones heterosexuales, provocando disonancias cognitivas e incluso disociaciones de la realidad en ellas.

RESPECTO AL DESEO SEXUAL

Yendo al grano, sabemos que la sociedad patriarcal ha condicionado sobre todo a personas homo/bisexuales en la libre expresión de su sexualidad, llegando a condicionar sus relaciones a la heterosexualidad (lo que se denomina “heterosexualidad obligatoria”), generando disociaciones y disonancias cognitivas (con un daño psicológico muy grave).

Las parafilias, BDSM y demás son también un ejemplo de condicionamientos del deseo sexual (por traumas u otros desencadenantes) o en el otro extremo, los estados de asexualidad debido a un trauma o una situación sexual violenta

Hay muchas circunstancias estudiadas donde el contexto en sí condiciona el deseo sexual (que no la orientación) como pueden ocurrir en entornos aislados jerárquicos como las cárceles, submarinos o el tópico ejemplo de una isla desierta, donde el deseo sexual está condicionado a un fin (posición de poder, sometimiento o extorsión de la conducta). Cuando el condicionante (el contexto en este caso) desaparece, se vuelve a nuestro libre albedrío y seleccionamos nuestras parejas sexoafectivas determinada por nuestra orientación.   

Para terminar y resumir:

* No ha sido demostrado el determinismo biológico según las hormonas perinatales ni la existencia de genes que dicten la orientación sexual, pero sí su influencia (a nivel genético, epigenético y neuroanatómico) y su significado evolutivo en mamíferos (humanos incluidos), aves y algunos insectos.  

* La orientación sexual NO puede cambiarse una vez determinada, sólo puede condicionarse el deseo sexual y, por ende, las conductas sexuales y nuestras “elecciones” (condicionadas, claro), de ahí que la hipótesis de «la heterosexualidad obligatoria» más bien debería denominarse «heterosexualidad condicionada» debido al excepcionalmente condicionante que es nuestro sistema sobre nosotros/as (gays, lesbianas y bisex) pese a que la heterosexualidad haya sido seleccionada evolutivamente para la reproducción.

Sin más, espero que esta información os aporte un poco de luz al respecto del debate de que la orientación sexual es o no plenamente innata y los factores que la determinan, junto a las diferencias conceptuales entre deseo y orientación sexual.

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